¿POR QUÉ LLORAS, MADRE? CARMEN VELILLA, AULA DE ALFAMÉN
¿Por qué lloras madre? (Alfamén 2-4-1939)
Llegaba la hora de la cena, el día ya alargaba más pero el sol ya se escondía. Nati preparaba la sartén con migas.
- ¿Otra vez migas madre? Se quejaba Carmen mientras cuidaba del pequeño.
- No te quejes y léeme la carta de Luis.
- Pero ¿otra vez madre? María ya se la ha aprendido de memoria.
- Pues mejor para ella, así cuando llegue tu hermano se la podrá recitar.
María, la pequeña, comenzó a decir en voz alta: “madre, menos mal que al chico lo han herido y está en el hospital, me cuentan que por allí ya no hay guerra. Aquí es una carnicería, veo morir a mis compañeros como moscas”.
- ¡María calla! Voy a leer yo, si me deja el chico. Dijo Carme
Llamaron a la puerta y María corrió a abrir. Será carta de Luis, dijo. María se encontró una pareja de la guardia civil y del tío “Murga”, alcalde del pueblo.
- Madre, ha venido el tío “Murga”. Dice María.
Nati dejó la sartén y limpiándose las manos fue a la puerta. Sentía lo peor, igual su pequeño estaba peor y tan lejos, ¿cómo llegaría a Astorga? ¿Cómo iría? Miró a los civiles y el Murga comenzó diciendo:
- Creo que son malas noticias Nati, tu hijo Luis dio su vida por Dios y por España.
- ¿Qué me estás diciendo?
- Nada, solamente que tu hijo ha caído…
Nati no le dejó terminar - ¿Por qué Dios ha caído mi hijo? ¿Por el tuyo? Porque el mío no quería que fuera a la guerra con 18 años, sin saber por qué.
- Mira Nati, calla porque la guardia civil se puede…
- ¡Estoy muerta Murga! ¡Se me pueden llevar!
- Mira, ya te pasarás por el ayuntamiento.
Nati cerró la puerta y las lágrimas comenzaron a llegar, tenía que ser fuerte, y cuando entró les dijo a sus hijas:
- Podéis seguir con la carta, a ver si yo también me la aprendo de memoria.
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